La alquería Pallardó, un simbolo de identidad para Campanar

Noticia publicada el 4 de febrero de 2020. Carmen Cárcel García.

Majestuosa y altiva se levanta la alquería Pallardó en el casco viejo de Campanar. Esta alquería, con más de tres siglos de antigüedad a sus espaldas y menos de 30 años rehabilitada, ha sido testigo en la sombra de los devenires de esta característica población de la Huerta de Valencia. Situada estratégicamente en el antiguo camino del Río que conducía a la ciudad, y de espaldas al núcleo histórico, esta singular alquería pareciese que se edificara con el objetivo de ser, algún día, la antesala del pueblo de Campanar.

© Eduard Pérez LLuch

Para quien no tenga el gusto de conocerla, actualmente la alquería Pallardó está situada en la calle Grabador Enguídanos, nº 45, vía con una interesante carga histórica sobre la que ya hablaré en otro momento. Se localiza en una zona privilegiada de jardines y áreas recreativas, dentro de la zona verde que el planeamiento de Valencia proyectó para este barrio. Esta zona de expansión, la plaza de Enguídanos, es el espacio público más joven que se ha generado en Campanar. Ubicada de espaldas al centro neurálgico que representa la plaza de la Iglesia, este espacio se ha convertido en uno de los principales focos de generación de actividad del barrio. La nueva plaza, construida sobre antiguos terrenos de huerta, hoy en día es punto de encuentro de grandes y pequeños. Esta diversa plaza, con parque infantil, zona recreativa y jardín que rebosa de vitalidad prácticamente durante todas las horas del día, consigue convocar en sus instalaciones a los niños y papás de nuestra querida Escoleta, a los jóvenes del Instituto de Educación Secundaria de Campanar, a los mayores del Centro Municipal de Dragaminas y, como no, a los usuarios del Centro de Servicios Sociales que ocupan actualmente la alquería.

© Vista aérea de la plaza Enguídanos con la alquería Pallardó en la esquina superior derecha. GOOLZQOM

La alquería Pallardó, cuya historia es un misterio reservado para unos cuantos, es una perfecta desconocida para los vecinos del barrio de Campanar. Son muchos los residentes que cuando les hablas de ella no conocen ni su nombre, aunque están cansados de pasar por su lado o de verla prácticamente todos los días. Contrasta con la popularidad abrumadora que tienen otros inmuebles del lugar como la alquería de Rey, situada junto al Bioparc; el molí del Sol, dentro del parque de Cabecera, o el Molí de Frares, en la célebre partida D´Alt. Pues bien, esta privilegiada alquería, que hoy en día es capaz de pasar completamente desapercibida, fue una de las explotaciones más importantes de la huerta de Campanar durante los años de mayor esplendor de ésta. Según mi investigación, su existencia demostrada la sitúa en el siglo XVIII y, posiblemente, no me equivocaré mucho en situarla entre los siglos XVI y XVII. En cualquier caso, y esto sí que es un hecho demostrado, se trata de la única alquería que se conserva en pie en el casco urbano de Campanar. Por alguna razón que, en estos momentos, se me escapa de mi comprensión, esta alquería consiguió salir indemne del saqueo histórico que padeció la Huerta a finales del siglo XX y, hoy en día, luce victoriosa y radiante como una de las pocas supervivientes del crecimiento urbano de la ciudad.

© Fotografía de Luis Nava, septiembre de 1979. Publicada en el Blog «La Valencia desaparecida«

Pues bien, todos estos factores que he apuntado brevemente, justifican sobradamente la apuesta que desde la Asociación de Vecinos de Campanar y, en particular, desde mi posición como Vocal de Patrimonio, estamos haciendo para que la histórica alquería albergue las instalaciones del Centro Cívico y Cultural de Campanar que un día tuvo. No debemos olvidar que esta reivindicación se viene haciendo desde hace décadas, siendo su precursor el antiguo alcalde de Campanar Paco Llosà. El periódico Las Provincias, anunciaba el 28 de mayo de 1992 la inminente inauguración del Centro Cívico del barrio de Campanar, tras la rehabilitación de la alquería Pallardó.

La apuesta es fuerte y el objetivo, no vamos a negarlo, arduo y complicado, pero creemos que vale la pena luchar por algo que nos pertenece. A título personal, pienso que Campanar merece recuperar sus señas de identidad y, entre ellas, qué mejor manera de hacerlo que reconocer su patrimonio olvidado y convertir la alquería Pallardó en un símbolo de identidad, que nos recuerde la propia historia de esta población ligada a la Huerta y a la tradición.

A continuación se muestran los planos actuales de la alquería realizados por Jaime Cored García, alumno de la ETSIE, para su trabajo final de grado 2013-2014 que tuve el privilegio de tutorizar. En ellos se puede apreciar la distribución de la planta muy marcada por los gruesos muros que sustentan la alquería.